Eugenia Silva – Directora
Revista NJ 145
“Era un adolescente que salió del esquema de aquel entonces, década 50-60, siempre se sintió atraido por la lectura de lo que fuera, pues entonces, no era mucho lo que se podía leer. Salvo los martes y jueves que en su casa era como esta, porque el correo traía la suscripción de El Universo que su padre mantuvo por muchos años. La mesada paternal la invertía en las revistas argentinas y chilenas que llegaban. Solicitaba a sus hermanos la cuota para su compra y que también ellos leyeran y así su espíritu empezó a estructurarse con la substancia que los libros tenían. Salgari, Dumas, Verne le abrieron horizontes que jamás abandonó.
Bachiller del Colegio Bolívar, Ambato, 1958, llegó a la Universidad Central, a la Facultad de Derecho, con una cultura que siempre lo puso entre los mejores estudiantes. Graduado de Doctor en Derecho, su enorme capacidad hizo que desarrollara su profesión de manera brillante y con éxitos permanentes. Lo que hoy se conoce como títulos de cuarto nivel, los adquirió en Chile y Brasil y otros meridianos, retornando al país para involucrarse a lo que sería su norte permanente, a la Reforma Agraria pero como él la entendía, como medio de ayuda y desarrollo del campesino. Coautor de la Primera Ley y funcionario del IERAC, el país supo de su labor pues trabajó, allí, en la geografía nacional, desde el Carchi al Macará.
Se radicó luego en Quito y sus éxitos como abogado Constitucionalista muy pronto le situaron dentro del respeto como maestro. Siempre con un libro bajo el brazo, pregonó su fe en los valores del socialismo auténtico, militancia nacida con el ejemplo de su padre, un trabajador incansable que decía que trabajaba para servir. Era proverbial su disposición para ayudar a quien lo necesitaba. Igualmente su conversación llena de anécdotas, humor negro y del otro, mordaz contra lo vulgar y mediocre, hasta que la muerte lo sorprendió brusca y dolorosamente. Muchos sectores del país lamentaron la muerte de Ernesto López Freire, mi hermano, y los homenajes que ha recibido conforman un retrato que será difícil que se borre del recuerdo nacional. Hay seres que merecen la inmortalidad. Él es uno de ellos.”
(La Hora, Jorge Rumazo Echeverría, 24-11-2010).
De profesión Abogado y Doctor en Jurisprudencia por la Universidad Central del Ecuador, durante su trayectoria fue catedrático en la Universidad Central del Ecuador, Universidad Católica, Universidad Andina Simón Bolívar sede Ecuador. Fue profesor invitado en cursos de post grado en Derecho Constitucional y Procedimiento Contencioso Administrativo: Universidad Estatal de Guayaquil, Laica Eloy Alfaro de Manta, Andina Simón Bolívar sede Bolivia.
En 1995, fue elegido presidente del desaparecido Tribunal de Garantías Constitucionales, hoy Corte Constitucional. Al asumir el cargo, enfatizó en el esfuerzo para defender las resoluciones emitidas por el organismo. A sus 70 años, en la Universidad Andina Simón Bolívar daba clases de posgrado de Jurisprudencia.
De origen ambateño, pertenecía al Partido Socialista.
En su experiencia profesional fue Asesor Jurídico de PREDESUR y del Ministerio de Bienestar Social. Fue Conjuez de la 2a. Sala de lo Penal, Colusorio y de Tránsito de la Corte Superior de Justicia de Quito; Presidente de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos; Miembro de la Comisión Jurídica de la Cámara de Comercio de Quito; Consultor en reforma agraria, desarrollo rural, organización campesina, Derecho Constitucional y Derecho Administrativo. Presidió la delegación del Ecuador al Primer Congreso de Tribunales Constitucionales de Iberoamérica en Lisboa.
Autor de varias publicaciones: Derechos Humanos, Derecho Constitucional, Derecho Administrativo, Procedimiento Contencioso Administrativo y Derecho Agrario.
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