Invitados – Ricardo Fabricio Andrade Ureña /Esteban Ron Castro:
Cualquier cambio electoral y de la magnitud en la que se plantea requiere de al menos factores administrativos a considerar, según el autor Fernando Barrientos del Monte, de la UNAM (Barrientos del Monte, 2007).
- Apego a los principios democráticos y al sistema jurídico; en nuestro contexto cualquier que sea la solución que se plantee, por segmentación o votación electrónica, se debe mantener como ya lo señalamos dentro de los principios de administración pública y electoral que están recogidos en el régimen legal, que a modo general se los puede especificar como: independencia partidaria o particular de la gestión de las autoridades, profesionalismo y capacidad técnica y respeto máximo del principio de legalidad. Todos los procesos técnicos deben estar supeditados a la política institucional la que debe respetar de manera irrestricta el régimen constitucional y legal establecido en su actuar.
- Interacción con otros sectores involucrados; la implementación de sistemas de ejecución e información que cambian el esquema normal de las cosas, requiere del involucramiento de varios sectores externos a la administración electoral como centros de estudios: especializados, universitarios, organizaciones no gubernamentales, industria tecnológica nacional e internacional.
- Eficiencia administrativa apegada a la realidad; la implementación de cualquier mecanismo o solución debe ser tomada como una política pública con el respeto a todos los pasos que esta implica, esto es: estudios preparación, pruebas, ejecución, validación pero además que ayude al cierre de brechas sociales y no convertirse en causa de exclusión social.
- Seguridad de la información; cualquier mecanismos de votación, en lo que haya tecnología de por medio tiene un recurrentes aspecto de preocupación, que es la inseguridad del sector informático, que en la actualidad se vuelve más recurrente y una necesidad imperiosa debido a como estamos manejando el trabajo.
De la segmentación del sufragio
Se ha considerado como una solución al problema nacional, la segmentación del sufragio, esto es una separación conceptual de los electores para evitar la aglomeración de personas, por lo que en este sentido se podría romper con el principio del derecho electoral dispuesto como la unidad del acto electoral, por el que se pretende que la conjunción de pasos y procesos previos no rompa con la voluntad de los electores en las urnas.
Una segmentación podría ser peligrosa en el sentido de que los electorales cualquiera que sea su segmento podrían señalar a manera de sondeo sus preferencias electorales haciendo que se forme una especulación en cuanto al resultado, lo que puede devenir en acciones de facto como la búsqueda de anulación de urnas, alteraciones al orden de la votación e inclusive incidencias en los procesos de escrutinio.
Fuente: Revista Novedades Jurídicas Año XVII, No. 170, agosto 2020.