Reflexiones – Carolina Jaramillo Andrade
Históricamente la humanidad ha presenciado una grave desigualdad entre hombres y mujeres ya sea en el ámbito
público, como en el privado. Tomaron varios años y luchas lograr que a la mujer se le reconozca el derecho al voto, en la actualidad finalmente las mujeres alrededor del mundo han logrado ocupar cargos de elección popular pero aún con cierta
desventaja a comparación de los hombres.
Dentro del presente ensayo se realiza un análisis sobre la violencia política de género a la que algunas mujeres se han visto sometidas y, cómo esta práctica ha logrado influir para que muchas de ellas deserten de su carrera política, teniendo como efecto una baja representación femenina en parlamentos y cargos de elección popular.
Desde los movimientos femeninos sufragistas originados a partir de la segunda mitad del siglo XIX, que buscaban el reconocimiento al derecho al voto para las mujeres, hasta la actualidad, la participación política y la igualdad de derechos para hombres y mujeres en este ámbito sigue siendo un tema de debate y preocupación. No se debe dejar de lado, que
tomaron varios años para que a nivel mundial se reconozca el derecho al voto a las mujeres y su participación en la vida de
política de cada país que hasta el día de hoy no ha alcanzado una verdadera paridad.
Como lo explica claramente Kate Millett (López, 2019), en la década de los años treinta del siglo XIX, empieza en Estados Unidos la lucha política en contra de la esclavitud, momento en el que las mujeres también se fueron tornando protagonistas, incluso dentro de este movimiento algunas mujeres alcanzaron tal visibilidad que lograron cruzar al Atlántico
en 1840 para participar en la Convención Antiesclavista celebrada en Londres, a la cual no fueron admitidas por el hecho de ser mujeres. Este rechazo a su participación dio origen a la Convención de Seneca Falls celebrada en el año de 1948 en el cual
y por primera vez fueron discutidos los derechos de las mujeres, uno de los derechos más debatidos fue el derecho al voto. Sin embargo, la lucha por los derechos políticos de las mujeres tardaron varios años en ser reconocidos, en Inglaterra se convirtió en una realidad recién en el año de 1918 pero se impusieron varios requisitos prácticamente inalcanzables para la
época, la mujeres a las que se les reconocía este derecho debían tener propiedades y ser mayores de treinta años. Finalmente, la igualdad en el sufragio se logró en el año 1928, setenta años después de la primera petición formal, en el caso de Estados Unidos se lo logró en el año 1920 con la Decimonovena enmienda a la Constitución que garantiza el voto universal.
Aterrizando en nuestro país, en el año 1924 fue la primera vez que una mujer ejerció el derecho al voto en el Ecuador y en América Latina, fue Matilde Hidalgo de Procel. La Constitución ecuatoriana del año 1924 contemplaba como requisitos para ejercer el derecho al voto, ser mayor de 21 años y saber ley y escribir. Esta pionera solicitó que se le registre su voto ya que no existía una prohibición expresa para el voto femenino, que finalmente fue reconocido a todas las mujeres en el año 1929. Sin embargo, Matilde Hidalgo de Procel, no solamente fue la primera mujer en votar en nuestro país, sino también la primera en postularse para un cargo popular.
Con todos estos antecedentes, no fue sino hasta el año 1948 con la Declaración Universal de Derechos que se estableció que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad. En su artículo 21 se contempla que todas las personas tienen derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
De acuerdo con los datos otorgados por ONU Mujeres y sus Misiones Permanentes, las cifras son alarmantes, en la actualidad aún existe una subrepresentación en todos los niveles de toma de decisiones del mundo, por lo que alcanzar cifras de igualdad todavía es una tarea que tomará muchos años más. En solo 21 países a nivel mundial, existen 21 Jefas de Estado y en 119 países los gobiernos nunca han sido presididos por mujeres. Así mismo, el 21 por ciento de las personas que ocuparon ministerios fueron mujeres y solamente en 14 países los gabinetes de gobierno han alcanzado la paridad de género. (ONU MUJERES).
Continúe leyendo este artículo en –> NJ177-Marzo